El presente Blog, tiene por finalidad cumplir con la asignación número dos del seminario avanzado “El Gerente Como Líder Empresarial”, del doctorado en Gerencia de la Universidad Yacambú - Venezuela.
Norma Maritza Caira Tovar
PGE-143-00157V
Rosmary Aixa Catarí Romero
PGE-143-00576V
Ricardo, J. Chaparro-Tovar
PGE-141-00018V
Rosmary Aixa Catarí Romero
PGE-143-00576V
Ricardo, J. Chaparro-Tovar
PGE-141-00018V
EVOLUCIÓN Y TENDENCIAS DEL LIDERAZGO EMPRESARIAL EN VENEZUELA PARA EL DESARROLLO DE LAS ORGANIZACIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS.
Para tener una idea referente de la evolución del liderazgo en Venezuela, es importante mencionar la investigación realizada por Abreu (1998). Líderes e imágenes públicas en Venezuela. En la cuál el autor mediante entrevistas describe el proceso evolutivo y las tendencias que aún tienen vigencia en la Venezuela del siglo XXI. Al respecto comenta del liderazgo político y militar de la siguiente manera:
Liderazgo Político
Tuvo la virtud de ser, a
partir de 1936, un liderazgo promotor de
la modernización, sabiendo captar la realidad del país e introdujo lo que para
aquellos momentos fueron reformas sociales importantes, incluso tratando de
facilitar el acceso de amplios sectores
a la distribución de la riqueza petrolera, que obviamente no se logró, pues el
efecto fue el aumento de las diferencias; luego se fueron petrificando. "Además
logró este liderazgo consolidar la democracia, estimulando el ejercicio
democrático. Algunos entrevistados señalan que esta tendencia es atribuible a
la actuación de los lideres en los primeros períodos de gobierno después de
1958. Luego comienza el declive por el desprestigio, la inconsistencia y la
desconfianza hacia ese liderazgo, además vinculado a la corrupción
administrativa". (op. cit., p. 21).
El liderazgo político diseña
un sistema que perpétua a los partidos y refuerza el clientelismo, se crea la
partidocracia. Se señaló como una – burocracia- ávida de enriquecimiento, sin
ofrecer al menos una administración eficiente; como por ejemplo está el manejo
ineficaz de la crisis económica del país, a raíz del Viernes Negro, pues han
sido incapaces de concretar nuevas proposiciones. "Los líderes políticos, en
lugar de perfeccionar la democracia, mejorándola y modernizándola, se quedaron
estancados en el disfrute de ese poder, entronozándose, además, por un sistema
electoral que controlan. No se introdujeron elementos para una verdadera
participación ciudadana. Dentro de los propios partidos, un poco en el sentido
señalado sobre el impedimento para el acceso de nuevas promociones de líderes,
se fueron creando estructuras verticales, imposibilitando la renovación del
liderazgo desde las bases. Eso se concreta en la figura del cogollo, que es
un cuello de botella papa el aggiomamento del liderazgo". (op. cit., p. 21).
Vale la pena detenerse en el
análisis que hizo un psiquiatra, experto en el estudio del liderazgo, sobre el
liderazgo político venezolano. Él lo divide en tres tipos: (a) un liderazgo
psicopático, al cual sólo le interesa imponer su poder a un pueblo mal
alimentado, mal educado y desinformado; (b) liderazgo marginal, que no tiene
capacidad para propiciar su propio cambio, caracterizado por la inmediatez y la
marcada incapacidad de planificación a mediano y largo plazo, pues los
objetivos se desean de forma inmediata; están desinformados y son incapaces de
transmitir mensajes efectivos, todo ello característico de los – outsiders-
psicosociales; (c) liderazgo nutritivo, con una inteligencia normal o superior,
una autoestima adecuada y una imagen adecuada a su personalidad; este liderazgo
crece y hace crecer la comunidad que lo elige; puede mantener un equilibrio
entre la seguridad social y la oportunidad para el desarrollo de las
capacidades. Según este entrevistado, ese es el tipo de liderazgo político que
debería existir ahora en Venezuela. "El liderazgo político comenzó siendo un
liderazgo marginal y se ha convertido en
un liderazgo psicopático". (op. cit., p. 22).
Liderazgo Militar
Al liderazgo militar la
opinión le atribuye virtudes y defectos. Entre las primeras, el hecho de haber
adquirido un compromiso democrático a raíz del 23 de Enero. Luego, su defensa
del sistema en la lucha contra las guerrillas. Es un liderazgo formado con un
mentalidad institucionalista y académica, lo que para algunos entrevistados
constituye un liderazgo natural muy interesante para el país. El liderazgo
militar ha evolucionado como una fuerza institucional que comprende que tiene
un rol dentro del país, ya no el del gendarme necesario, sino en el sentido de
una profesionalización, con intentos de modernización y de defensa de los
valores nacionales y de la soberanía. "Algunos entrevistados contrapusieron el
liderazgo de los militares jóvenes, con elementos populares y cierta autonomía,
con el de los de alta graduación, absorbidos por el estado de cosas". (op. cit., p. 22).
Entre los defectos, algunos
entrevistados consideraron que no se podía hablar de liderazgo militar, pues
estos no han asumido un rol histórico, sino que han sido sumisos. "El liderazgo
militar fue penetrado y contaminado por la corrupción, a raíz de la lluvia de
petrodólares. También se señaló que los
líderes militares siempre son vistos como la figura del gendarme necesario, si
las cosas se empiezan a salir de cauce. La pérdida de poder de influencia y de
manejo autocrático heredado de la dictadura se fue disolviendo, lo que ha
creado frustración". (op. cit., p. 22).
La primera referencia se destaca en
una encuesta telefónica (400 entrevistas) realizada por estudiantes de teoría
de la opinión pública durante la primera quincena del mes de Febrero de 1996, en el área metropolitana de Caracas. "Según los
datos, casi la mitad de los entrevistados opina que la crisis venezolana se
relaciona mucho con un problema de
liderazgo y caso la tercera parte estima que se relaciona bastante, lo cual
suma más del 80 por ciento e indica la importancia concedida al factor
liderazgo para esa fecha. Entre hombres y mujeres no se notó mucha diferencia,
aunque es de destacar que más hombres señalan que la crisis no se relaciona con
un problema de liderazgo. Por edad se nota claramente que a medida que aumenta
ésta, más se tiende a señalar el problema de liderazgo como relacionado con la
crisis". (op. cit., p. 22).
REFERENCIA
Abreu, I (1998 ). Líderes
e imágenes públicas en Venezuela. Fondo editorial de humanidades y educación.
UCV. ISBN 980-00-1393-8 Disponible en : https://books.google.co.ve/books?id=m626iTtIS88C&pg=PP22&lpg=PP22&dq=L%C3%ADderes++e++imagen++pC3%BAblica++en++Venezuela:+elementos+para+el+++++++estudio++del++liderazgo.&source=bl&ots=Pwn3FkoiuM&sig=7C19c5zX4ikqo0F1G0UXeRsMJbs&hl=es&
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[Consulta: 2015, Septiembre, 27].
LIDERAZGO
EMPRENDEDOR EN EL SECTOR AGRÍCOLA: TENDENCIA PARA LA SEGURIDAD Y SOBERANÍA ALIMENTARIA.
El estudio de las PYMES en la actualidad no se
trata sólo de transdisciplinariedad, y disertación con las teorías
clásicas administrativas. Es necesario tener presente que son el
resultado de la confluencia ante la complejidad de una realidad, es decir
una visión holística en lo económico, lo cultural, lo ambiental, lo técnico, lo
social. Por ello, el liderazgo y el emprendedor como líder en las
pymes es una nueva tendencia en el desarrollo de las organizaciones del ámbito
privado. Si estudiamos el fenómeno de la pymes solamente desde el ámbito
económico, sólo tendríamos una pequeña parte de ese fenómeno, ya que las pymes
son el reflejo de una respuesta a nivel organizativo que una sociedad da a una
realidad compleja que la circunscribe. Koontz (1980) en su trabajo la jungla de
la teoría administrativa, hace una crítica de la manera como las cátedras
de administración en las universidades, son estructuradas y actualizadas
por teóricos, planteando una brecha entre el conocimiento académico y el práctico.
En el caso especifico de las PYMEs agrícolas en
Venezuela, los cambios políticos sociales suscitados desde el año 1999,
trajeron consigo el reimpulso y aparición de nuevos mecanismos de asociación en
el amito socio productivo del país, y por supuesto, los líderes campesinos han
jugado un papel preponderante. En este sentido, se destacan las asociaciones
cooperativas y comunas productivas. En el sector agrícola la presencia de
dichas asociaciones han sido factor determinante para la activación de la
economía a escala local, en los estados y municipios de Venezuela. al
respecto García (2010) reseña “Es de interés, sin embargo, hacer
énfasis en que las organizaciones de productores que surjan a partir de la
nueva realidad socio política venezolana, deben inscribirse en un
contexto distinto al tradicional que se ha caracterizado por el paternalismo
populista de los organismos promotores y la intromisión de factores exógenos a
la asociación. Tales asociaciones deberán ser el resultado de la iniciativa
propia de los productores y, al mismo tiempo, responder a sus necesidades como
consecuencia de la toma de conciencia de que si no se organizan es difícil que
puedan enfrentar con éxito las dificultades propias de la nueva situación
agrícola del país”. (p. 483).
Se puede inferir por lo anteriormente planteado
que las pymes agrícolas representan un elemento trascendental e importante en
la economía nacional, mas aún en los actuales momentos donde los precios de los
alimentos se han hecho inaccesibles para la población. En el sector
agrícola venezolano la organización de los pequeños y medianos
productores agrícolas mediante un liderazgo efectivo, constituye una
alternativa para impulsar mejoras sustanciales en la actividad agrícola.
REFERENCIAS
García L. (2010). Las
organizaciones de productores agrícolas en el marco del proceso de
globalización económica. Asociación cooperativa de servicios múltiples la
montaña. FERMENTUM- ISSN 0798-3069.Año 10. Número 29. Septiembre – Diciembre.
Disponible en : http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/20713/1/articulo9.pdf
[Consulta: 2015, Septiembre 27].
Koont, H.(1980). Revisión de la
jungla de la teoría administrativa. Revista contaduría y administración.
Número 199. Octubre- Diciembre 2000 Traducción de Jorge Ríos Szalay. Disponible
en : http://www.ejournal.unam.mx/rca/199/RCA19903.pdf
. [Consulta: 2015, Septiembre 27].
La historia de la gerencia se divide
temporalmente en tres períodos: (a) clásico (1900-1950), neoclásico (1950-1990)
y de la información (1990-actualidad), lo que permite visualizar su evolución y
características particulares.
En este sentido, se caracteriza el período
clásico como industrial, debido a que fueron cincuenta años en los cuales el
proceso de industrialización de las empresas se desarrolló intensamente en
organizaciones estructuradas funcionalmente, con jerarquía piramidal y
decisiones centralizadas, por un modelo burocrático. Bajo este esquema, el
gerente consideraba al personal como parte de sus recursos productivos,
asemejándolos a las maquinarias y herramientas de uso diario. La labor
cotidiana era regulada mediante reglamentos internos, a fin de lograr
disciplina y estandarización en el comportamiento de sus asalariados, quienes
estaban a cargo de una oficina de Relaciones Industriales, denominación cónsona
con la cosmovisión de la gerencia de la época.
En este escenario, si se visualiza la
oportunidad de emergencia de un líder, éste se correspondía organizacionalmente
con el cargo gerencial. Se asumía y respetaba por su cargo, pero no
necesariamente por su carisma, lo cual no desmeritaba el surgimiento de alguno,
de forma incipiente, entre las filas del personal. El entorno comenzaba a
cambiar, pero el interior de las organizaciones prácticamente se mantuvo con su
esquema fabril.
Finalizada la segunda guerra mundial, inicia
el neoclasicismo, trayendo consigo ajustes en las transacciones comerciales: de
local a regional, de regional a nacional y de éste al ámbito internacional.
Estos cambios se dan de forma no planificada y derivan en aumento de la
competencia organizacional y paulatino ajuste estructural para adaptarse a los
requerimientos del entorno: se da paso a un organigrama matricial y se amolda
el nombre de la oficina de atención al personal, que de Relaciones Industriales
pasa a llamarse Administración de Recursos Humanos: ¿qué trae esto como consecuencia?,
que el gerente-líder reconozca que tiene a su cargo personas como él y no
extensiones de las maquinarias de la empresa. El liderazgo se flexibiliza, al
igual que los procesos de toma de decisiones.
Finaliza el siglo XX con el surgimiento del
momento en que se incrementa la importancia del manejo de la información y la
tecnología informática, dándole el carácter de era del conocimiento como
también se conoce. Los cambios para esta etapa adoptan la velocidad, fluidez y
constancia propias del proceso de información; las organizaciones, por su
parte, aprovechan mejor sus oportunidades y enfrentan con mayor fortaleza sus
amenazas: mejoran sus procesos de negociación, a la vez que flexibilizan y
adaptan sus unidades administrativas, conjuntamente con sus funciones al
entorno. La atención al personal reposa a partir de entonces en una dependencia
que se denomina Gestión del Talento Humano: se reconocen las capacidades,
habilidades, destrezas, competencias, personalidad, aspiraciones, formación,
entre otros aspectos, del personal. Se busca unificar los esfuerzos para lograr
el éxito organizacional. El liderazgo puede surgir y desarrollarse en cualquier
nivel de esta nueva estructura.
Referente al desenvolvimiento de las
organizaciones, la evolución gerencial trajo consigo la evolución del
liderazgo. Vista en principio como un aspecto propio de la función de
dirección, paulatinamente ha ido ganando un lugar dentro de ellas, hasta llegar
teóricamente a clasificarse en formal y no formal.
En este sentido, cabe recordar que lo
informal es todo aquello que surge de una manera espontánea, y en lo que
respecta al liderazgo, representa a la persona que logra aglutinar a su
alrededor a varios seguidores, creciendo poco a poco su credibilidad y
valorizado por quienes deciden seguir sus directrices, independientemente de
los cargos o posiciones que se ocupen dentro de la estructura organizacional.
Como contraparte, está el líder que por
derecho del cargo ocupado, cónsono con la jerarquía estructural de la
organización, puede tomar las riendas de las actividades que debe desarrollar
el personal de la misma. Se le reconoce su autoridad y status y, en
consecuencia, se le sigue.
Sea su surgimiento formal o no, el líder es
necesario para dar alcance a las metas de una organización, independientemente
también de que ésta sea pública o privada, nacional o internacional, grande,
mediana o pequeña, dado que todas se rigen por normativas, por una cultura compartida,
por valores y sus metas se unifican en la idea de alcanzar los objetivos
trazados en un lapso determinado de tiempo, contando para ello con el personal
que considera idóneo y esperando sean suficientes los recursos con los que
cuenta para lograr el éxito.
Venezuela, en este sentido, ha pasado de
vivir diversas experiencias con empresas transnacionales, nacionales,
regionales y locales. Cada una de ellas ha experimentado en su momento el ciclo
correspondiente a la etapa administrativa en la cual surgió y se desarrolló,
aprendiendo de sus errores y sus aciertos, pero siempre de la mano de un líder
que colaboró desde su cosmovisión a la resolución de conflictos o a encaminar a
su grupo por la vía correcta, hasta llegar en la actualidad al momento pleno de
incertidumbre, restricciones político-económicas, acceso a divisas, inversión
en capacitación del talento humano, globalización y volumen de información que
rodea las organizaciones y que afecta cotidianamente su desempeño y proceso de
toma de decisiones en busca del bien común.
Abreu
Soto, I. (1998). Líderes e
imagen pública en
Venezuela: elementos para el estudio del liderazgo. Caracas: Fondo
Editorial de Humanidades y Educación. Caracas.
Venezuela.
García
de Hurtado, M. y Leal Guerrero, M. (2008) Evolución histórica del factor humano
en las organizaciones: de recurso
humano a capital
intelectual. Omnia [Revista en
línea]. Disponible: http://132.248.9.34/hevila/OmniaMaracaibo/2008/vol14/no3/8.pdf [Consulta: 2015,
Septiembre 28].
Lussier,
R. y Achua, C. (2005). Liderazgo. Teoría,
aplicación y desarrollo de habilidades (2ª. edición). México: Thomson.
Robbins,
S. y Coulter, M. (2007). Administración
(8a. edición). México: Pearson Educación.
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